El despliegue del agrocompostaje en el territorio
Diez Comunidades Autónomas y 75 municipios se suman al agrocompostaje de la materia orgánica, como una estrategia de innovación social y ambiental, además de una diversificación de la renta para la agricultura y la ganadería.
El agrocompostaje se viene desplegando desde la última década como una opción eficiente en la gestión de residuos y como renta complementaria para agricultores en diversos países de Europa y Estados Unidos como Austria, Bélgica, Francia, Holanda y Masachusets.
Consiste en la recogida selectiva de la materia orgánica residual -a la que estaremos obligados en 2020 por la directiva de la UE y la Ley 22/2011-, que se transporta a corta distancia a un agricultor para que la trate y la transforme en compost para aplicar en sus fincas, reduciendo el consumo de fertilizantes de síntesis y fijando carbono en suelo -como se confirmó en la Cop 21 de París la iniciativa 4×1000-.
En el marco de la convocatoria de Grupos Operativos, el denominado Agrocompostaje, liderado por la Sociedad Española de Agricultura Ecológica, SEAE, con el apoyo como Agente de Innovación de la asociación Economías BioRegionales, EBR, y cinco socios de diferentes Comunidades Autónomas:
- La asociación Gurpide de Larrabetzu (Vizcaya) Euskadi.
- La Unió de Llauradors del Pais Valenciano,
- Calfensa SL de Galicia
- El Grupo de Acción Rural ADER La Palma
- Mancomunidad de residuos Vega del henares (Guadalajara) Castilla- La Mancha
Como resultado de estos dos meses de trabajo del Grupo Operativo Suprautonómico de Agrocopostaje se han realizado una serie de jornadas de información a agricultores y un cuestionario online también dirigido a municipios de todo el Estado. Un centenar de agricultores y 75 municipios de 10 comunidades autónomas han mostrado interés en participar en experiencia de agrocompostaje en sus tierras .
El 65% de los municipios interesados son de menos de 500 habitantes, donde el agrocompostaje de los residuos orgánicos municipales puede permitir complementar rentas a agricultores y fijar población en el medio rural.
El 65% de los agricultores interesados son productores ecológicos certificados o agroecológicos (de proximidad sin certificar).
El 52% de ellos con menos de 4 ha de superficie. Esto confirma que el agrocompostaje despierta interés sobre todo en las fincas más enfocadas a la producción y venta orgánica y de proximidad. Y el 35% de estos productores no recibe ninguna ayuda de la PAC, y el 37% recibe menos de 3000 € de ayuda al año.
Entre las conclusiones que se desprenden del proyecto de innovación de Agrocompostaje de este grupo operativo se puede destacar que con una superficie de 4 ha, éste eventual agrocompostador tipo, hortofruticultor, según el modelo que propone este Grupo Operativo Suprautonómico de Agrocompostaje, recibiría unas 200 a 300 t al año con una renta que se situaría para 200 t/año entre los 10.000 € al año (50 €/t como reciben en Austria) y los 30.000 € al año (como reciben algunas de las experiencias y el proyecto Madrid Agrocomposta).
Una pequeña planta agrocompostadora de 200 t/año suponen entre 1.500 y 2.100 habitantes aportando sus restos orgánicos domésticos, mezclados con unas 100-150 t de restos de poda triturada u otros subproductos agrícolas y ganaderos.
Para más información: coordinacion@economiasbioregionales.org